Carlitos, as we affectionately called him, was born on March 4, 1990 in Lima, Peru. He was the eldest son of Carlos Fernández Maldonado Vigil and Hélena Gazzani Castillo, he grew up with his younger brother Santiago, first in Miraflores Lima Peru, where they began their studies and then in Orlando where they were followed. After the first year here, he graduated Teague Middle School with honors and the Excellence Medal. He continued his studies at Lake Brantley High School joining the ROTC program looking forward to become a fighter pilot. He then joined Seminole Community College and later on, UCF. Carlitos was always a nice, smiling and loving child, very hard-working at everything, qualities that accompanied him all his life. Eager for progress from a young age, always making great efforts to prosper and move forward with his family. From the product of his love with Jessica Miller, the Lord has given him two precious children, Daisy and Brody, who are the joy and comfort of the whole family. God our Father, in his design of love, which, sometimes, is very difficult to understand, has called him to be together with Him, with Mary our Mother, his grandparents and loved ones who have preceded us. We are certain that God’s tender, merciful and faithful love has already given him a place in glory, since he will continue to watch over us all
In lieu of flowers the family asks that you consider donations to surfershealing.org An organization dear to Carlos in support for his daughter with autism.
Carlitos, como lo llamábamos cariñosamente, nació el cuatro de marzo de 1990 en Lima, fue el hijo mayor de Carlos Fernández Maldonado Vigil y Hélena Gazzani Castillo, creció junto a su hermano menor Santiago, primero en Miraflores Lima Perú donde comenzaron sus estudios y luego en Orlando donde los prosiguieron. Despues del primer año acá, se graduó en Teague Middle School con honores y la medalla de Excelencia. Continuó sus estudios en Lake Brantley High School, ingresando al programa de ROTC con el deseo de convertirse en piloto de caza. Luego ingresó al Seminole Community College y más tarde a UCF. Carlitos fue siempre simpático, sonriente y cariñoso, muy esforzado en todo, cualidades que lo acompañaron toda su vida. Con muchas ansias de progreso y muy trabajador desde joven, haciendo siempre grandes esfuerzos para prosperar y sacar adelante a su hogar, el Señor le ha regalado dos hijos producto de su amor con Jésica Miller, unos niños preciosos Daisy y Brody que son la alegría y el consuelo de toda la familia. Dios nuestro Padre, en su designio de amor, que es muy difícil de comprender, se lo ha querido llevar junto a Él, a su corazón, a María nuestra Madre, a sus abuelos y seres queridos que nos han precedido, para que desde ahí siga protegiendo a toda la familia. Tenemos la certeza de que el amor, tierno, misericordioso y fiel de Dios le ha dado ya un lugar en la gloria, desde seguirá velando por todos nosotros.
En lugar de flores, la familia le pide que considere hacer donaciones a surfershealing.org, una organización querida por Carlos que apoya a su hija con autismo.